Puestos a ingresar de nuevo en el mundo laboral, vamos a soñar: un trabajo que no me tuviese atada a un teléfono, un ordenador, o una oficina y que además ofreciese una formación continua.
Mi nuevo desafío era encontrar un trabajo comercial, con flexibilidad de horario y movilidad. También era importante un sueldo mínimo y estable; y unas comisiones por ventas muy potentes.
Requisitos: Licenciado o Diplomado, al menos 3 años de experiencia laboral, carnet de conducir y disponibilidad horaria. Se valorarán habilidades de negociación e imprescindible manejo de programas informáticos.
Y lo encontré, solo me faltaban los títulos. Esto es lo que pedían en el anuncio, pero nadie me preguntó cuando pasé la primera entrevista, y la segunda y la tercera. Después de la durísima semana de formación, donde cada día podías ser un seleccionado para volver a tu casa … me incorporé a la empresa.
Tenías que cumplir el horario de reunión (a las 08h y a las 16h) y superar el objetivo de ventas de 10 contratos para cobrar el sueldo que te ponían a principio de mes y lo iban subiendo todos los meses. Si superabas los 10 tenías comisión de todos. En cambio un mes sin cubrir objetivos, cobrabas el sueldo descontando los contratos que no hubieses alcanzado.
Mi estrategia
POR LA MAÑANA EMPRESAS situadas en Polígonos industriales. Mi posible cliente DUEÑO o Gerente de empresa: Tiene empresa y tiene casa (dos instalaciones de alarma como poco). De lunes a viernes, cada día de la semana tomaba el café de las 8.30h en el mismo bar o cafetería, charlaba con el dueño del bar y me contaba dónde habían robado, los movimientos de los obreros construyendo nuevas naves, y qué cliente de los que frecuentaban el bar era jefe. Y ya podía ir recomendada por él a alguna de las empresas cercanas.
Tener un horario estricto de café hacía que a veces el «jefe» interesado, avisado por el dueño del bar, estuviese tomando café justo el día y a la hora que yo aparecía.
Si en la empresa había responsable de seguridad, nos reuníamos después de ver las instalaciones y planteaba la instalación según la necesidad del responsable. […]
La presión que teníamos para llegar al objetivo de ventas exigía cerrar la venta prácticamente en la primera visita.
POR LAS TARDES chalets individuales en construcción o reforma. A partir de las 20.00h los dueños de las casas pasaban a dar una vuelta para comprobar cómo iban las reformas. En ese momento me acercaba para presentarme y, si estaba la pareja (siempre deciden 2) y había predisposición a poner alarma, era mi oportunidad. […]
A medida que iba incorporando elementos en mi ilustración, también les ponía escrito el precio de cada elemento y si los ojos de los dueños de la casa se iluminaban, sabía que lo había conseguido.
Regresaba a mi casa con una sensación intensa, ojos vidriosos, cosquilleo en la nariz, una felicidad absoluta invadía mi ser. Lágrimas de alegría y piel erizada. Un contrato firmado era y es mi mayor recompensa. […]
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